
Desayuno continental: el famoso desayuno de hotel
Conoce en Recetas Nestlé® el origen de este famoso desayuno que está presente en el menú de todos los hoteles y restaurantes del mundo.
A diferencia de muchos platos o recetas, el frappé es una de las bebidas que tiene un origen muy claro.
En Grecia, durante la Feria Internacional del Comercio de Tesalónica de 1957, Nestlé estaba presentando una bebida achocolatada para preparar fácilmente: mezclar cacao y leche en una especie de coctelera.
Uno de los trabajadores era Dimitris Vakondios, que quería tomarse un café, pero no encontró agua caliente. Tomó el café instantáneo de Nescafé y lo mezcló con agua fría en la coctelera de la bebida achocolatada. Así nació la primera bebida fría de café.
Aunque por décadas ya había sido la bebida predilecta del verano en Grecia, y se conocía en otros países a los que algunos griegos llegaban a vivir o entre conocedores del café, fue con los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 que el frappé terminó de popularizarse en el mundo entero.
Los periodistas que cubrían las olimpiadas hablaron en diferentes medios del frappé, incluyendo periódicos de renombre como El País, Chicago Tribune y Los Angeles Times. Desde entonces, el frappé tradicional y un sin fin de variaciones se consiguen en los cafés de todo el mundo.
Desde que nació a finales de los años 50, el frappé ha tenido algunos cambios que han llevado a nuevas bebidas derivadas de este. Debido a su popularidad, algunas se han dado por fuera de Grecia y existen algunas confusiones, como su diferencia con el frapuccino.
Después de esa nueva preparación en 1957, el frappé se terminó de perfeccionar con el paso de los años en Grecia.
Por eso no es ninguna sorpresa ver en los cafés de Atenas, Tesalónica, Santorini o cualquier otra ciudad griega, a una gran cantidad de gente con su frappé.
Esa preparación clásica es la más popular, que después se extendió con mucha fuerza en Chipre. Luego saltó al resto de Europa, en especial como una bebida de verano, y más tarde conquistó el mundo.
Su preparación es bastante sencilla y únicamente requiere de tres ingredientes.
No hace falta nada más. La cantidad de café y azúcar ya depende de qué tan fuerte o dulce lo quieras, pero los pasos son sencillísimos.
Seguramente cuando termines de agitar y lo estés sirviendo, una buena parte de la espuma se quedará en la coctelera. La solución es añadir más agua y volver a agitar con fuerza, de esta forma, poco a poco, utilizarás toda la mezcla.
Otra buena opción es guardar esa parte que sobró y verterla en una bandeja para hacer hielos. Luego llevarla al congelador. La próxima vez que quieras hacer un frappé, o en realidad cualquier otra bebida fría con café, puedes utilizar esos hielos.
El frappé clásico tiene tres niveles de dulce que se utilizan en toda Grecia, y que varían por la cantidad de azúcar que contiene.
La gran característica del frappé clásico es que es espumoso. La versión original, y como lo suelen preparar en Grecia, es agitándolo en una coctelera.
Sin embargo, también se puede lograr utilizando una batidora. Si es eléctrica, es importante que tenga una buena potencia, ya que se requiere de bastante fuerza para lograr la espuma. Si es una batidora a mano, tienes que hacerlo con energía hasta que se vea espumoso.
¡Quiero hacer un frappé clásico más cremoso!
Hay quienes prefieren que las bebidas espumosas también tengan un toque cremoso. En realidad, es una buena combinación que, aunque se aleja un poco del frappé clásico, no deja de ser rica.
Si eres de estas personas, añade una cucharadita de CREMA DE LECHE NESTLÉ® a la mezcla y notarás la diferencia.
Tras el éxito que tuvo el frappé en Grecia, el primer país al que llegó fue Chipre, donde no tardó en convertirse en una de las bebidas predilectas para las temporadas más soleadas.
Sin embargo, en la tercera isla más grande del Mediterráneo se dio su primera variación, a la que llaman popularmente “frapógalo”, que significa frappé con leche.
Lo que sí se mantiene en esta preparación, son los términos utilizados para el nivel de azúcar y café.
La diferencia es muy simple, como ya debes imaginar. El agua se mantiene en la coctelera para que se forme la espuma, pero cuando se sirve se le añade medio vaso de leche.
Por fuera de Grecia es normal que las personas confundan frappé con frappucino, o incluso crean que es lo mismo, sobre todo quienes no son conocedores del café y sus derivados.
Lo cierto es que el frapuccino es una variación del frappé que nació en Cambridge, Massachusetts a comienzos de los años noventa, específicamente en el café The Coffee Connection.
Frappé | Frapuccino |
Se prepara con café instantáneo. | Es hecho con café recién preparado, aunque algunas variaciones ni siquiera tienen café. |
Se hace únicamente con azúcar, agua y café. | Suele tener más ingredientes, como helado, crema batida o salsas de distintos sabores. |
Es una bebida espumosa. | Es más parecido a una malteada. |
Su origen es griego. | Se creó en Estados Unidos. |
Lo venden en muchas cafeterías de todo el mundo. | Es una marca registrada, hoy en día sólo lo puede vender Starbucks. |
Se prepara agitando los ingredientes. | Se prepara en una licuadora. |
El café es el protagonista del sabor. | Suelen ser bastante dulces, escondiendo un poco el sabor del café. |
Es muy popular en Europa, sobre todo en los países mediterráneos. | Es conocidísimo en Estados Unidos, aunque no muy popular en Europa. |
El creador del frapuccino fue George Howell, el dueño de The Coffee Connection, junto a su trabajador Andrew Frank, a quien se le ocurrió el nombre.
En 1992 salieron a promocionar su nuevo invento, entregando cupones en Harvard Square. En poco tiempo, el frapuccino de Howell y Frank se convirtió en una sensación entre los estudiantes de la universidad de Harvard.
“La gente hacía fila hasta por fuera de la puerta”, dijo en una entrevista con Today en 2018. En 1993, su frapuccino ya estaba todas en las tiendas de The Coffee Connection.
Uno de los frapuccinos más conocidos es el de chocolate, que también puedes encontrar bajo el nombre frappé mocha.
Si somos realmente estrictos, en realidad no es un frappé sino un frapuccino, pero esta variación de nombres se debe a la marca registrada y esa confusión, muy normal hoy en día, de pensar que “frappé” funciona como diminutivo de “frapuccino”.
Es muy sencillo de hacer, simplemente mezcla en la licuadora los siguientes ingredientes:
Una taza de leche.
Media taza de café ya preparado.
Una taza con hielos.
Media cucharada de azúcar.
Una cucharada de salsa de chocolate.
Para completar, decóralo con crema batida o una bola de helado de vainilla.
Existen muchísimas clases de frapuccinos, pero la base y la preparación es la misma. Lo único que tienes que cambiar, si quieres hacerlos, es la salsa de chocolate que mencionamos arriba por otro jarabe, esencia o incluso mezclarlo con alguna fruta.
Estas son algunas ideas:
Frapuccino de caramelo.
Frapuccino de vainilla.
Frapuccino de chocolate blanco.
Frapuccino de banana.
Frapuccino de fresas con chocolate.
Frapuccino de chocolates y avellanas.
La variación más reciente del frappé es el freddo espresso que, a pesar de su nombre italiano, también se originó en Grecia y mantiene esa textura espumosa y la temperatura fría, convirtiéndose también es una bebida perfecta para los días más calurosos.
La diferencia con el frappé es que primero debes preparar dos vasitos o shots de espresso, para después agitarlos en la coctelera con unos 4 o 5 hielos. Este choque de temperaturas es lo que genera la espuma.
Al final simplemente sírvelo en un vaso alto con hielo.
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