Fácil
47 min
145.5 kcal = 611kj /por porción
Carbohidratos | 17.4 g |
Energía | 145.5 kcal |
Grasas | 6.7 g |
Proteína | 3.9 g |
Grasas saturadas | 2 g |
Sodio | 66.9 mg |
Azúcares | 1.6 g |
El pandequeso es tan fácil de preparar que su preparación puede ser un espacio ideal para compartir en familia.
¿Qué hacer para que el pan quede esponjoso?
Lo que puedes hacer para que el pan quede más esponjoso es:
Agregar levadura fresca: es más potente y ayuda a esponjar mejor el pan que aquella que está seca.
Usar suficiente agua: el pan quedará más húmedo y esponjoso agregando la cantidad de líquido suficiente, de lo contrario quedará seco.
No exceder el tiempo de amasado: si lo sobrepasas tendrás un pan muy denso. Esto se debe a que la masa requiere más quietud para que pueda fermentar adecuadamente.
Un buen horneado: coloca el electrodoméstico en la temperatura indicada por la receta y no lo abras antes de tiempo o muchas veces, pues el calor se escapa y el pan no esponja.
¿Qué ingredientes se pueden agregar al relleno del pan?
Hay una gran variedad de ingredientes que puedes agregar para variar la textura del pan:
Frutos secos: elige una o varios tipos que prefieras entre avellanas, nueces, almendras y castañas. Procura cortarlos en láminas o trozos pequeños.
Frutas desecadas o deshidratadas: aquí encuentras ciruelas y uvas pasas, albaricoques, dátiles y melocotones (orejones). Agrégalos enteros.
Fruta confitada: existen muchas variedades que le darán un sabor dulce y un colorido relleno al pan.
Chips de chocolate: agrégalos hacia el final del amasado. Aporta un sabor dulce.
¿Qué hago si el pan queda duro o seco?
Sigue estas recomendaciones para recuperar el pan que preparaste en casa si quedó seco y duro:
Cubre el pan con una toalla húmeda: esta debe estar limpia y tibia. Colócala sobre el alimento en cuanto este se haya enfriado, así se podrá mantener la humedad y evitar que se siga secando.
Calienta el pan antes de servirlo: sólo ligeramente ya sea en el microondas o en una tostadora para hacerlo más suave y húmedo.
Guárdalo en la nevera: en una bolsa o recipiente bien sellado. Cuando lo vayas a consumir, descongélalo a temperatura ambiente y luego ponlo a calentar solo unos instantes para mejorar su textura y nivel de humedad.