Smoothie de manzana verde

COCINA CON RECETAS NESTLÉ®

Dificultad Fácil
COCINADA POR 1 persona
Porciones 2
Total 9 min

Utensílios

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Licuadora

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Vaso


Ingredientes

  • 1 manzana verde, con piel y cortada en trozos pequeños (180 g)
  • 1/2 vaso de vaso de agua (120 ml)
  • ½ vaso de hielo (100 g)
  • 6 cucharadas de alimento lácteo KLIM® FORTICRECE® (52 g)

¡A cocinar!

PASO 1 Licúa

PASO 2 Decora y sirve

INFORMACIÓN NUTRICIONAL

182.2 kcal = 761kj /por porción


Carbohidratos 23.2 g
Energía 182.2 kcal
Grasas 7.2 g
Fibra 2.5 g
Proteína 5.4 g
Grasas saturadas 4 g
Sodio 98.9 mg
Azúcares 17.6 g

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo decorar un smoothie?

Una parte del éxito de estas bebidas está en su decoración, que llaman la atención y son cautivantes. Estas son algunas ideas: 

  • Cáscaras de las frutas: se pueden cortar en rodajas y acomodar en el borde del vaso, como si fuese un cóctel, o también en la parte interna en sus paredes. Incluso, un corte en espiral se ve genial en el pitillo o encima del smoothie, como toque final. 

  • Especias en polvo: la canela y el jengibre molidos, así como la nuez moscada son tres alternativas que pueden funcionar para espolvorear al momento de servir, aportando sabor y aroma. 

  • Ralladuras: las de limón y naranja son las más usadas, pero es importante no rallar la parte blanca, pues es amarga y seguramente va a afectar el smoothie.

¿Puedo añadir verduras a un smoothie?

¡Claro que sí! Vale la pena tener en cuenta las frutas que usemos para que la combinación sea agradable. Una buena pista es guiarse por los colores. Por ejemplo, si tenemos naranja, la zanahoria combina muy bien, mientras que el pepino y la espinaca son alternativas para la manzana verde. También vale la pena probar con el apio, el tomate y la remolacha.

Además de frutas, hielo y algunas especias, ¿qué otros ingredientes puedo añadir a un smoothie?

La gran ventaja de esta preparación es que nos da mucho espacio para experimentar con diferentes alimentos. Por un lado, se puede hablar de los cereales, como la avena que, además de aportar sabor, también juega con las texturas para obtener un smoothie más espeso. 

Otra alternativa son las semillas, por ejemplo, de chía o linaza, que se pueden añadir a la mezcla antes de licuar o al final como decoración, sin dejar a un lado la textura que agregan. Por último, los frutos secos como las nueces y las almendras son estupendos.

¿Qué quieres hacer con esta receta?