Una mujer preparando pancakes con un cucharón

Tips

Cómo cuidar y usar bien la espumadera y los cucharones

Te enseñamos para qué sirven los distintos tipos de espumadera y cucharones, y algunos consejos para que los mantengas como nuevos.

Los sets de cucharas para cocinar, más allá de los diferentes materiales disponibles en el mercado, suelen venir con mínimo cuatro utensilios distintos que son extremadamente útiles a la hora de preparar y servir los alimentos. 

Se tratan de dos cucharones (normalmente, uno para servir sopas y otro para salsas), una espumadera y una espátula. Si hablamos de un juego con seis utensilios, lo más común es que el quinto sea un cucharón para servir la pasta, y el sexto puede variar entre otro tipo de cucharón, una espátula pastelera o un trinche para carne. 

Este último, aunque no tiene forma de cuchara, muchas veces es incluido en los kits. 

Sabemos que puede ser confuso entender para qué sirve cada uno de esos utensilios y sus diferencias. Por eso, en Recetas Nestlé® queremos explicarte el verdadero uso de los cucharones y la espumadera, así como los cuidados que debes tener en cuenta para que siempre estén como nuevos. 

De esta forma, la próxima vez que vayas a comprar un set de cucharas para cocinar, vas a saber exactamente lo que necesitas. O, mejor aún, vas a empezar a usar correctamente los cucharones y la espumadera que ya tienes en casa, y seguramente vas a mejorar tu experiencia en la cocina. 

 

Una cocina con utensilios como cucharón y espátula

 

Empecemos con la espumadera 

La espumadera es una cuchara larga de metal, cuya base es una malla que sirve para retener impurezas de algunas preparaciones. También es usada comúnmente para sacar los alimentos fritos de las ollas.  

Sin embargo, dependiendo del tipo de espumadera de la que hablamos, puede ser usada en distintas ocasiones. Y aunque la más popular es esa que viene en los sets de cocina, seguramente te va a sorprender la variedad que existe. 

Pero más allá del tipo que elijas o tengas, hay dos características que no cambian: 

  1. No importa el material o la forma, siempre tiene orificios. 

  2. El mango es largo, importantísimo para evitar cualquier tipo de quema

¿Cuáles son las diferentes espumaderas que puedo conseguir? 

  • La espumadera clásica: es la más común en las casas y la que habitualmente encuentras en los kits para cocinar. Suele lucir como un cucharón más plano y con agujeros. Normalmente son redondas y se pueden conseguir en diferentes tamaños. En la cocina de la India, donde se usa bastante, se le conoce como “jhara”. 

  • La espumadera araña: ¡no te preocupes! No tiene nada que ver con el insecto de ocho patas. A diferencia de la anterior, en lugar de tener agujeros, utiliza una malla que se asemeja a una telaraña. De ahí viene su nombre. 

  • La espumadera wok: al igual que la araña, es hecha con una red. La diferencia es que es más honda y grande, parecida a una canasta. Algunas, en lugar de ser redondas, son cuadradas. 

Para qué sirve la espumadera 

 

Un caldo sin espuma gracias a la espumadera.

 

Como su nombre lo indica, tiene que ver con la espuma, eso es fácil de deducir. ¿Ayuda a hacer más espumosas las preparaciones que lo requieren? La respuesta es no. ¿Tal vez, sirve para añadir y cubrir de espuma algunos platos? Tampoco. 

De hecho, es todo lo contrario. ¿Has notado como en algunas sopas, mientras las estás preparando, se forma una capa de espuma? Es ahí en donde están las impurezas, por ejemplo, de las verduras o los huesos que se usan para darle sabor a los caldos, así como la grasa. La espumadera es el utensilio indicado para retirarla. 

¿Para qué otras cosas la puedo usar? 

A pesar de su nombre, su uso no se limita a quitar la espuma de algunas preparaciones. Estas son otras funciones que puede cumplir. 

  • Debido a la forma plana que tiene, es muy común que la espumadera sea usada para retirar los huevos fritos de una sartén, sin que se rompan los primeros ni se ralle la segunda. 

  • Gracias a los agujeros, es un utensilio perfecto para servir algunas comidas como albóndigas o garbanzos, en las que preferimos separar los sólidos de lo líquido, aunque hay quienes adoran estas preparaciones llenas de salsa. Ya depende de tus gustos. 

  • La espumadera araña y la espumadera wok funcionan muy bien para cocinar y retirar comidas preparadas en aceite, como unas papas o calamares fritos. Incluso, la segunda es muy útil debido a la forma de canasta que tiene. 

  • Los agujeros también son una gran ayuda para escurrir pastas o verduras. 

  • La espumadera araña también la puedes usar para separar la yema de la clara de huevo. Simplemente pártelo encima. La parte blanca cae por la red, mientras que la parte amarilla queda sobre la malla. 

  • Si quieres preparar huevo duro, ponlo en la espumadera y sumérgelo en el agua hirviendo. Será mucho más fácil de sacar una vez esté listo. 

Materiales y sus características 

Las espumaderas más comunes son de acero y silicona, aunque también hay algunas mixtas que incluso tienen madera. Por ejemplo, en la cocina asiática es muy común que la espumadera araña tenga la malla de metal y un mango de madera. 

Sin embargo, si tienes una espumadera con este último material es importante que la laves y cuides muy bien, ya que puede absorber los líquidos y dañarse debido a la humedad. Si usas un utensilio de cocina con madera podrida, puedes arruinar tu comida e incluso enfermarte. 

Por su parte, las espumaderas de silicona, al estar expuestas a altas temperaturas, pueden deformarse. 

Debido a esto es que es recomendable usar las que son de acero inoxidable, ya que resisten el agua hirviendo y suelen ser más duraderas. Si la parte con la que tomas la espumadera es de madera, no hay problema. Incluso es mucho mejor si es un mango ergonómico y con buen agarre. 

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Tipos de cucharones y sus usos 

  • Cucharón salsero: se usa para servir salsas o almíbares. Normalmente, el tamaño del cucharón es el indicado para una porción por plato. También suele tener una boquilla para servir con mayor facilidad y evitar derrames. 

  • Cucharón de pasta: como su nombre lo indica, su propósito es servir las pastas. Tiene una forma especial para que la pasta no se parta y sea fácil de agarrar, así como un agujero en el medio para escurrir el agua. 

  • Cucharón sopero: suele tener un mango más largo y en un ángulo distinto a los otros cucharones. Esto es para servir las sopas o caldos con mayor facilidad y evitar que te quemes. Normalmente, el tamaño indica la porción para un plato y es más grande que el cucharón salsero. 

  • Cucharón para vegetales: es el más parecido, en su forma, a una cuchara, sólo que de mayor tamaño. Es el indicado para servir las ensaladas. 

 

 

Materiales de los cucharones 

Lo normal es encontrarlos de acero, silicona o madera. Los primeros son los más recomendables ya que son muy resistentes.  

Sin embargo, a diferencia de la espumadera, no suelen ser usados en altas temperaturas, así que unos de silicona también te pueden servir. 

Los de madera, como sucede con la mayoría de los utensilios de cocina de ese material, suelen absorber olores y sabores, así que es muy importante mantenerlos limpios.  

A pesar de esto, vale la pena tener al menos un cucharón de madera para revolver los alimentos en las ollas. Como no son tan duros, ayudan a evitar rallones. Del mismo modo, al no ser conductores de calor, también son más fáciles de manipular. 

 

Una crema de ahuyama para servir con un cucharón.

 

Cómo cuidar correctamente de estos utensilios 

  • De acero inoxidable: aunque suenan inmortales, estos utensilios también deben tener los cuidados correctos para que tengan una larga duración. Se deben lavar con agua caliente y detergente, pero que no sea uno muy fuerte ya que puede corroerlos. También procura mantenerlos lejos de otros metales oxidados. 

  • De silicona: el inconveniente de este material es que puede absorber aromas, así que evita dejarlo remojando por mucho tiempo en agua con jabón. Al igual que el acero inoxidable, usa agua caliente y detergente, e intenta lavarlos apenas termines de usarlos. 

  • De madera: son los que requieren más cuidados, así que siempre lávalos a mano con agua caliente y detergente. También debes asegurarte de secarlos muy bien, porque fácilmente pueden absorber agua y, poco a poco, debido a la humedad, dañar la madera. Por eso es recomendable que no los dejes remojando y que los mantengas al aire libre, en lugar de guardarlos en algún cajón.