Crema de ahuyama con cubos de queso

Estos son algunos consejos para que te lleves la mejor calabaza a casa. 

• Cáscara: que sea suave, lisa, firme y esté libre de manchas, cortes y humedad. Además, el color debe ser uniforme y brillante. Estos son signos de una verdura en buen estado, madura y excelente para hacer una crema. 

• Peso: la ahuyama debe ser pesada, ya que es muestra de que su pulpa es fresca. Además, puedes darle unos golpecitos, si genera un sonido hueco es un indicador de su calidad. 

• Pulpa: por lo general, en el mercado encuentras ahuyama por cortes, lo que facilita el trabajo de identificar una pulpa suave, madura y en buen estado.

Sigue estas recomendaciones para conservar la crema de ahuyama por más días: 

• Puedes guardarla por tres o cuatro días en un recipiente bien cerrado dentro del refrigerador, para evitar que se seque o tome el olor y sabor de los alimentos que están a su alrededor. 

• En el congelador se conservará máximo tres meses. Almacena la crema de ahuyama en un recipiente bien sellado. Recuerda marcar la fecha de congelación de todos los alimentos que tengas en esta sección y ordenar los más antiguos al frente y los recientes al fondo para evitar que los pierdas de vista y se echen a perder.

Para hacer una crema de ahuyama vegana debes sustituir productos como caldos o sustancias de origen animal, así como los productos lácteos presentes en la preparación por algunas de las siguientes opciones:  

• Utiliza caldos de verduras o un salteado de cebolla, ajo, sal y especias para realzar el sabor de la crema de ahuyama. 

• Agrega coco rallado, avena en hojuelas o en harina, papa o nueces de macadamia para dar espesor y un toque más dulce a la preparación. 

• Algunas alternativas para sustituir los productos lácteos son las cremas o leches de coco, avena, arroz, soya y almendras.